Bryce Canyon,Utah,USA.

EL OESTE AMERICANO.


SAN FRANCISCO

El día 30 de Julio a las 10.30 de la mañana ya estábamos en la cola de facturación.Trámites típicos y llegada a Newark donde tenemos que cambiar de terminal. Desde el monorail se ve la silueta de Manhattan.Quiero volver.Espero que pronto.Llegada a San Fco sobre las 21 horas sin más incidentes. Decidimos coger un taxi porque los shuttles para 4 salen más caros y no es plan de metro a esas horas,cansados y con niños.25 minutos de viaje, 40 dólares y llegamos al Parc 55 Hotel detrás de Powel l St. en la zona de Union Square. 503 euros por 5 noches. Cheking rápido y habitación en el piso 15. El hotel muy bien,moderno y grande. La habitación cómoda,como un 4 estrellas de España.Yo que le tengo pánico a los terremotos me acuesto cada noche esperando que hoy no sea el día del big one ese que esperan. Ni deshacemos las maletas. A dormir.


La recepción del hotel
El jet lag me da por saco y desde las 4.30 de la madrugada estoy con los ojos como platos. A las 6 no aguanto más y me levanto. Aprovecho para con la luz del pasillo ir deshaciendo el equipaje. Los niños duermen como marmotas,bendita juventud. A las 7 los despierto,duchas y salimos a comernos la ciudad.

Al salir a la calle hace un frío espectacular, yo creo que no superamos los diez grados, y la niebla cubre toda la ciudad. En América todo abre muy muy temprano y a las 8 la calle está llena de gente. Desayunamos en Powell St. junto al Loris en el Café Benini. Todo rico pero un poco carillo para lo que luego vimos por ahí.

Bajamos Powell y compramos el Muni Pass de 3 días en el kiosko correspondiente. 80 dolares los 4. La cola para coger el Cable Car es enorme y nos vamos a ver Yerbabuena Gardens. Es un lugar agradable pero tampoco nada del otro mundo.


Yerbabuena gardens
Regresamos a Powell y cogemos el tranvía ya con menos cola. Cantantes y artistas callejeros llenan las aceras.


Aunque el frío no es agradable nos montamos como en las pelis, de pie en el estribo del vagón.Vamos subiendo una cuesta enorme y decidimos bajarnos en Lombard St. Desde arriba muchos turistas fotografían la calle. La bajamos y hacemos mil fotos a las bonitas casas de la calle. Desde abajo la foto es aún mejor. Prometemos bajarla en coche el último día.


De ahí vamos paseando por Little Italy hasta Fisherman Wharf.Yo que tanto le había insistido a los niños en que llevaran ropa de abrigo soy la única que me he dejado el abrigo en Sevilla así que no aguanto más y me compro un chaquetón de turista en un puesto callejero. 20 dólares. El muelle está superanimado, huele a marisco hervido por todos sitios.

Vamos paseando hacia el Pier 39.En el camino todo lleno de tiendas,souvenirs,músicos,malabaristas…de todo. El muelle 39 lo han recuperado y convertido en una zona de tiendas,restaurantes y atracciones hecho de madera. Parece una calle de Disneyland. El enano quiere ver el 4D de Bob Esponja. Lo esperamos y nos vamos a ver los leones marinos. Sabes que estás cerca porque huele a perros muertos. Son muy gracisosos, están tumbados a la bartola, bocarriba con las aletas extendidas. De vez en cuando gruñen.

Comemos allí mismo en el Hook and Cook,la típica Clam Chowder,sándwiches de pavo,escalopes fritos de cangrejo y las bebidas.30 $.

Cogemos el tranvía hasta Grant Avenue en el barrio chino. Parace que cambias de país. Las farolas son dragones, letreros todos en chino,t iendas con artesanía muy muy macarra…Muy auténtico todo. Me gustó.
Se nos hace de noche en el barrio y bajamos por Union Square hasta Powell.Cenamos en Loris Dinner.Recomiendo llevar hambre porque las raciones son enooormes.49$ y a la cama que llevamos muchas horas en pie.




SEGUNDO DIA:

Volvemos a madrugar y para las 8 de la mañana estamos ya en la calle. Sigue haciendo el mismo frío pero hoy vamos más preparados. Justo delante de la puerta del hotel tenemos un Burger King que como todos los de USA abre bien tempranito. Sirven desayunos y nos pedimos unos bocadillos de york y huevo y probamos los Hash Brown, como unas patatias cortadas en forma de pajitas y puestas a la plancha. Días después las probaríamos mucho mejores. Es domingo y tengo previsto ir hasta el barrio de Tenderloin a una misa Gospel. La Iglesia está a 5 minutos andando de nuestro hotel. Llegamos a las nueve y un pastor o predicador o miembro de la congregación nos coloca en un banco en tercera fila. El templo se va llenando de gente que aparentemente se conocen,se abrazan y se saludan afectuosamente. A las nueve y media comienza el show. Un predicador de raza negra comienza a hablar con una presentación de power point proyectada a su espalda y el coro detrás de él le jalea y le grita Amen a cada minuto. Cantan muchas canciones en las que nos hacen participar bailando,dándonos abrazos etc.. Mi hijo de diez años está alucinado. No sabe si le da más vergüenza que risa o viceversa. Genial. Me lo pasé como una enana.

A las 11 bajamos hasta Market Street y allí cogemos el tranvía de la línea F hasta Misión Dolores. Está terminando la misa en la Basílica de San Francisco anexa a la misión así que nos vamos a ver el edificio antiguo. Pagamos 16 $ por 4 entradas. La misión es bonita pero si has estado en las iglesias de cualquier pueblo español no es gran cosa salvo su valor histórico.

Andamos por la calle 16 un ratito hasta que desembocamos en el barrio de Castro,el barrio Gay de la ciudad.Nos recibe una enorme bandera arco iris que se repite en cada farola.

Las tiendas del barrio son de temática sexual muchas de ellas,de lencería ,pero también de diseño de interiores,muy modernas.
Me gusta el ambiente de libertad que se respira.
Damos un buen paseo y nos metemos a comer en  The Cove on Castro,restaurante que Orange había recomendado en su relato. Nos comemos dos filetes francamente ricos. Los niños pasta y una ensalada para todos.48$.



Pili,me hice la foto para ti.

Fotografia en HDR de una calle del Barrio de Castro


Cogemos el tranvía hasta Alamo Square. La parada queda como a 5 minutos andando de la plaza pero todo cuesta arriba. Al fin alcanzamos la parte baja de la plaza en la que empieza un parquecito muy bonito. Subimos hasta arriba y vemos los zapatos-macetas que la gente comenta en los foros.Curiosos.
Desde arriba ya podemos ver la fila de casitas victorianas a cual más bonita. Como es domingo el parque está lleno de gente haciendo pic-nic,de personas paseando a sus perros, incluso vimos una reunión del tea party; Movimiento de la Fiesta del Té, es un grupo de presión en los Estados Unidos, enfocado en una política conservadora fiscal.

 


Descansamos un ratito y volvemos a la parada del tranvía para coger otro a Haight Ashbury, barrio que se hizo famoso por acoger a los hippies en los 60. Hay gente sentada en las aceras fumando hierba, tocando las guitarras etc..son ya maduritos. Parece que se quedaron anclados en el verano del 60.
Bajando la calle Haight desembocas en una de las puertas de Goden Gate Park. La policía esta pidiendo la documentación a un chaval que lleva una lata de cerveza tapado con una bolsa de papel. No se puede beber alcohol en los parques. El parque es muy bonito y gigantesco.



Anduvimos más de media hora para dar con los Japanese tea Garden. Preciosos.

Hay una fiesta de estas de puerta de largo de una quinceañera.Vaya vestidos lucen la protagonista y las amigas.imposibles.
Se nos echa el tiempo encima ya que tenemos visita a alcatraz a las 18.10. Salimos del parque y cogemos la línea F hasta el Pier 33.T ardamos casi 45 minutos. Esta ciudad es muy grande. El ferry parte puntual y hacemos la visita. Para mi uno de los imprescindibles de la ciudad.Impresiona la penitenciaría, la isla, la bahía. Regreso de nuevo en la línea F hasta el hotel y cena en Dennys,un burger cercano porque el cuerpo no da para más.

TERCER DIA:
Hoy decidimos desayunar en el Starbucks de la esquina de la calle de nuestro hotel con Ellis st.  Me encantan los Starbucks de Estados Unidos.En España son muy caros pero allí están fenomenal. Me pido un trozo de bizcocho de plátano y nueces que está exquisito. Volvemos a la parada de la línea F(cruza toda la ciudad) y nos dirijimos al muelle 41 a alquilar las bicis. Yo no quería ni insinuarlo pero una vez en San Francisco pensé que merecía la pena intentar la hazaña y poder pasear la ciudad sobre dos ruedas sin partirme los dientes en el intento. Lo comenté a la familia y todos se entusiasmaron con la idea. Allá vamos, que Dios me coja confesá.

La chica muy amable nos explica que para más de tres horas nos interesa pagar por el día competo,125$ las cuatro bicis y así lo hacemos. Provistos de nuestros cascos y con un frío de narices iniciamos el paseo.
Vamos bordeando los muelles, dejamos atrás la zona más comercial y nos adentramos por Presidio.In- tentamos entrar en el parque con las bicis pero está prohibido. Lo bordeamos hasta el Palacio de Fine Arts, protagonista de algunas escenas de la peli La Roca. El sitio es muy agradable ,  hay varias excursiones de niños pequeñitos.

Seguimos rodeando la zona y desembocamos en Marina Av. Mi hija encantada de tener una avenida con su nombre.
La avenida da directamente al Pacífico y está plagada de mansiones muchas de ellas con aire español muy lujosas. Preciosa la zona. Los rayos del poquito sol que vence a la espesa niebla nos van calentando. Además yo que hago poco deporte voy ya pelín sudada.
De Marina continuamos por Divisadero que creo que debe su nombre a las vistas del Golden Gate que se divisan desde allí. Hay una inmensa pradera que está casi vacía en la que hacemos muchas fotos.



Seguimos acercándonos al puente y cada vez voy más feliz en mi bici. De momento todo llano. Terminando la pradera y ya justo debajo del puente hay un café muy agradable. Es de madera blanca y dentro venden además de cafés, refrescos, sándwiches y dulces, libros y recuerdos del puente, la bahía etc. Muy bohemio el lugar. La gente fuera pesca desde los muelles.

Desde el café vemos el puente sobre nosotros pero no consigo averiguar cómo se sube. Detrás del café comienza un “puerto de montaña” que cruza un bosque verde y que me comunican que hay que subir. Yo me acabo de tragar un muffin de medio kilo. Horror. Vamos para arriba. A media ascensión me bajo de la bici y decido andar empujando. Las agujetas me duraron una semana. Javier me hace una foto desde arriba mientras yo maldigo en arameo.

Por fin iniciamos el puente. Tengo vértigo pero me relajo y decido disfrutar de las vistas. IMPRESIONANTE.

 Será la primera vez en la que me emociono en el viaje. Voy la última de los cuatro.Los miro pedalear por detrás y me digo que qué suerte tengo de estar ahí con los que más quiero en el mundo.Se acaba el puente y comienza una bajada con mucha pendiente.Ahí es donde pienso:Valle,controla que te la pegas.Dos kms más o menos hasta Sausalito.Empiezan a aparecer unas casas de madera maravillosas,no puedo dejar de mirar y mirar,Valle atenta que te matas…Por fin la carretera se pone llana y desembocamos en el paseo marítimo de uno de los pueblos más bonitos de California.

Nada más cruzas el puente el clima cambia,luce el sol y hace calorcito.Vamos pedaleando tranquilamente viendo las casas,las tiendas,hasta que llegamos al visitor center y aparcamos las bicis.El hambre aprieta y se que muy cerca hay una hamburguesería casera muy recomendada.Está según sales del visitor center a la derecha,como a 50 m., y tiene un toldito verde en el que pone “Hamburgers”.Es un local muy pequeñito pero las hamburguesas son de las mejores que probarás.

Hay cola pero conseguimos nuestro superalmuerzo.EL local no tiene sitio para sentarse pero enfrente hay un parque con mesas y sillas frente al mar.Y eso hacemos.En la gloria bendita oye.Casi nos dormimos la siesta allí.

Después de un buen rato seguimos el paseo por el pueblo,compramos recuerdos,unas camisetas,unos adornos para el árbol de Navidad y nos vamos a coger las bicis y a subir en el ferry hasta San Francisco.Al llegar a puerto nos damos cuenta de que estamos en el Pier 1 y tenemos que pedalear hasta el 41 a devolver las bicis.Matadita llego pero encantada de la experiencia.

Volvemos a coger la línea F y al hotel a darnos una ducha y descansar un ratito.
Sobre las siete salimos hacia China Town para pasear el barrio de noche y cenar en The House of Nanking muy recomendado en el foro.Hay cola en la puerta pero en 15 minutos nos dan mesa.El restaurante es muy pequeño y está atestado de gente.Los camareros son muy gritones y parece que estás en una jaula de grillos.Entendemos poco de la carta con lo que pedimos mirando y señalando lo que están comiendo los de al lado.A mi marido y a mí nos encantó la cena,comida china bastante auténtica,pero mi hijo no comió nada de nada. Lo recomiendo si vaís sin niños.Pagamos 50 $ y nos sobró mucha comida.


Son casi las diez y regresamos al hotel.Mañana cuando me levante me dolerán músculos que ni sabía que tenía.

CUARTO DIA:
Este día recogemos el coche que nos acompañará todo nuestro viaje. Llegamos a la oficina de Dollar que está en O’Farrell pegadita a nuestro hotel. A las 9.30 estamos montados en un Ford Fusion modelo americano muy amplio y cómodo que nos ha costado 530 euros por 21 dias todos los seguros incluidos. No nos ofrecen uno superior ni nada raro. Ponemos el gps dirección a Monterrey por la Highway 1, la de la costa. La niebla sigue siendo persistente pero podemos ver a la derecha los acantilados con el pacífico a los piés. No hemos desayunado asi que nos desviamos a un pequeño pueblo de nombre Pacífica en el que hay varios moteles pegados a la playa. Elegimos el Sea Breeze Motel ,muy estilo años 50 y nos ponemos ciegos de desayunar. A mi después del Tour que me pegué ayer no me remuerde ni un poquito la conciencia. Camarera con libretita en la cintura,sillones azules de piel,vsitas al mar y los beach boys de fondo. ¿Quién quiere más?

Seguimos camino pero después de unos 50 kms viendo que la velocidad por la 1 es muy baja nos desviamos a la autopista que va por el interior .Sin vistas pero más rápida. En una hora y media llegamos a Monterrey.

Buscamos directamente Canergie St que es la zona que alojaba las plantas enlatadoras de sardinas y que ahora es un área recuperada al estilo del Pier 39.
Damos un paseo por las tiendas y por el muelle y entramos a comer en un restaurante en una segunda planta mirando al mar. Se llama Linguinis y mezcla cocina italiana con pescado y marisco de la costa. Nos pedimos un cangrejo que nos mira desde el acuario,un frito variado de la casa y Calzone para los niños.Todo muy muy rico y en raciones muy grandes. 80 $. Nos vamos rápido al acuario que es el más grande de América.La entrada es cara,35 $ persona y aunque es bonito si has visto el de Barcelona este no es mucho mejor. La mejor parte la de las medusas y los caballitos de mar.


Pasamos dos horas dentro y salimos sobre las 4.30.Vamos al downtown que a mi me decepciona porque los edificios supuestamente históricos son muy normalitos.
Continuamos a Carmel y me sorprende ver que los pueblos están solo a 5 kms de distancia uno de otro.
Carmel es un pueblo de veraneo muy lujoso, lleno de casas y hotelitos preciosos con una avenida flanqueada por pinos grandes que baja al mar. Es Ocean Avenue.Que poco se complican los americanos poniéndole nombres a las calles.


La paseamos entera,entramos en un centro comercial muy elegante y por fín llegamos a la playa. La playa de Carmel es espectacular. Está mucho más baja que el paseo porque hay una gran duna y abajo kms de arena blanca y fina. Hace bastante frío pero hay familias con críos jugando en la arena, personas jugando a tirar pelotas a sus perros, corredores…Muy bonito. Lástima que el clima no acompaña. Tenemos esa playa en España y no cabe una sombrilla. Nos hacemos muchas fotos y regresamos al coche.


Nos quedan dos horas y media a San Francisco. Compramos unos snacks en una gasolinera y llegamos al hotel muertos de sueño. Es nuestra última noche en la ciudad. De momento la tierra no ha temblado…uff…

MUIR WOODS-SACRAMENTO
Desayuno en Sun Flowers café a 20 m. del hotel. Un poco más caro de la media pero tienen zumo natural de naranja y unos bagels rellenos de todo lo imaginable muy buenos.35 $.
Hacemos el check out sin incidencias y nos dirijimos a Muir Woods, un bosque de secuoyas a unos 17 kms de San Francisco. Hay que cruzar el Golden Gate en coche y aunque no es tan espectacular como hacerlo en la bici vuelvo a admirar las vistas. En pocos minutos llegamos . La entrada vale 6 $ adultos y 4 $ niños. No es muy grande pero está muy bien preparado, con caminos de madera que recorren toda el área. La especie no es la Gigante pero aún así es impresionante. La luz casi no llega al suelo y se forman unos juegos de sombras preciosos.



En una hora y media lo vemos todo y seguimos dirección a Sacramento. La autopista va llenísima de coches y tardamos sobre dos horas en llegar. Encontramos fácilmente el hotel. Es el Vagabond Inn, típico motel. Por fuera parece regularcillo pero descubrimos una habitación amplia, límpia, con dos buenas camas dobles, una tele plana y un estupendo baño con ducha y bañera. Nos cuesta 62 $ la noche con desayuno. Muy recomendable. En Sacramento hace mucho calor. Qué diferencia de tiempo en solo dos horas. Old sacramento está a cien metros del hotel,así que estamos muy bien situados. Es un”barrio” de calles en cuadrícula que son un pueblo del far west tal como uno se lo hubiera imaginado. La Cárcel, el banco, el salón, la estación del ferrocarrli, la tienda de sombreros. Parece un decorado si no supieras que los edificios son los originales de la ciudad de 1800. Increible. Solo nos falta aparcar el caballo en los postes delante de las casas.

Hay tiendas de todo tipo.


En una de ellas venden fotos en blanco y negro de las mejores películas del cine de todos los tiempos.Compramos dos de Grease y dos del Mago de Oz.La recepcionista del hotel nos ha recomendado un restaurante junto al río Sacramento que se llama Joe´s Crab.Está decorado con todo tipo de artilugios,matrículas,tablas de surf,fotos de los 50 etc..Tiene unas bonitas vistas y los camareros ,chicos y chicas,bailan cada cierto tiempo unas coreografías muy graciosas.Probamos las gambas rebozadas con coco.Qué cosa más buena.Me gustó mucho el sitio y a los niños más.50 $.


Volvemos al hotel y los niños se pasan un buen rato en la piscina.Hay varias familias de americanos y Marina enseguida charla con todos.Allí la noticia de la victoria de la copa del mundo de fútbol ha sido muy seguida y todos nos felicitan.

Cuando el calor cede un poco cogemos el coche y nos vamos a ver el Capitolio de la ciudad.Sacramento es la capital del estado y el Gobernador Swartzenegger(no se si se escribe así) dirige desde allí a los californianos quienes “cariñosamente” le llaman Governator.No es tan grande como el de Washington pero es muy bonito y está al borde de un parque que es a la vez jardín botánico.El paseo por la zona es muy agradable.


Volvemos a Old Sacramento y cenamos en un subway.Regresamos al hotel sobre las once.Mañana al Lago Tahoe.




LAKE TAHOE :
Salimos de Sacramento después de un desayuno bastante decente en el hotel. Desde que salimos de la ciudad el paisaje cambia completamente del que hemos dejado atrás. Comenzamos el ascenso a las montañas de Sierra Nevada. El aire es más fresco y la carretera se va llenando de bosques a derecha e izquierda, cada vez subimos más. Abrimos las ventanillas para oler el aroma a monte. Llegamos a South Lake Tahoe sobre las doce de la mañana. Es un pueblo bastante grande con cientos de hoteles a izquierda y derecha de la travesía principal. Todos son hoteles típicos de montaña. Entre ellos muchas tiendas, complejos comerciales, alquiler de material para esquí y deportes de nieve. Parece muy animado.


Las montañas ahora verdes salipicadas con restos de nieve rodean por completo el pueblo. Localizamos nuestro hotel,968 Hotel. Es un eco hotel de los que respetan el medio ambiente, con autoabastecimiento enérgético, sabanas de algodón 100% y esas cosas. Es muy acogedor. La habitación aún no está lista asi que dejamos el equipaje y nos vamos a la zona de la Marina a buscar las entradas para un crucero panorámico que llevo anotado. La marina es como un club naútico muy grande con una playa en la que puedes alquilar kayacs, hidropedales, barcos etc.. Está todo muy ambientado.

La taquilla de los Lake Tahoe Cruises abre a la 13.30.Hasta esa hora exploramos la zona y alquilamos un
Kayac para los niños.Mientras Javier y yo nos damos un paseo con una temperatura perfecta.Volvemos a por las entradas.El barco sale a las 14.30.Los cuatro 153 $.Es bastante dinero pero e crucero tiene fama de ser muy bonito.Mientras llega la hora comemos en una terraza al aire libre en un local de kebabs y pizzas.Ya se forma la cola para subir al barco.El crucero tiene actores carazterizados de Mark Twain y personajes de su época que por lo visto vivió en South Lake Tahoe un tiempo.Nos vamos a la cubierta superior.Los paisajes que vamos viendo son espectaculares.




El agua es verde esmeralda.Tumbados en la cubierta se está de lujo.Las bebidas y aperitivos están bien de precio.Cocktails con alcohol 6 $,refrescos 2$ rellenables,patatas fritas grandes por 3 $.El barco llega hasta Emerald Bay,una ensenada que es uno de los paisajes más fotografiados del mundo.Te deja con la boca abierta.La maquina de fotos hecha humo.


Regresamos al muelle a más de las cinco de la tarde.Volvemos al hotel dónde nos dan una habitación muy agradable y entradas para el beach club que comparten varios hoteles. Para los niños la palabra playa es mágica así que allá vamos .El beach club está a 150 metros andando del hotel,Es un trozo de playa privada con varios chiringuitos y un restaurante.Estamos allí hasta que empieza a hacer fresquito.


Entrando al hotel vemos que tiene un Jacuzzi y no nos lo pensamos.El agua calentita es una delicia.





Por la mañana habíamos visto una lavandería de monedas al lado de la marina.Preparamos una bolsa de viaje con la ropa sucia que ya se nos acumula y nos vamos a hacer la colada y después a cenar.Os pongo una foto del letrero que había dentro del local.Sin comentarios.


Con nuestra ropa limpita nos montamos en el coche y recorremos el South Lake Tahoe Boulevard hasta que llegamos a la línea fronteriza con el estado de Nevada.El numero 2100 es California y el 2102 Nevada y es un casino de 15 plantas de altura,el Harrah’s.La repera.En un metro de repente es legal el juego.Aparcamos en un pequeño centro comercial bastante animado y cenamos en un Applebee’s,un restaurante de una cadena del estilo al Fridays.Muy americano.
Regreso a descansar .Ilusionados.Mañana entraremos en Yosemite y veremos a los Arrieta.

YOSEMITE:
Nos despedimos de Tahoe haciendo unas compras muy tempranito en un enorme supermecado del pueblo. Qué temprano abre aquí todo. Sólo son las ocho y media. Nos aprovisionamos de material para pic nic, fiambres, patatas fritas, pan, galletas y dulces varios, bebidas y una nevera de corcho que nos acompañará hasta Los Angeles. Los supermercados americanos tienen de todo y muy bien presentado pero son sensiblemente más caros que los españoles. No se como luego los precios de los restaurantes son tan asequibles.
Arrancamos dirección a Yosemite. De momento la carretera baja,baja y baja. El gps nos mete por unas carreteritas llenas de ranchos con ganado y caballos. Parece el escenario de la Casa de la Pradera. Me encanta, aunque no se como será vivir tan lejos de todo.
Buscamos el desvío a Mono Lake,al area de Tufa Beach. El nombre se lo debe al olor a podrido que desprende este lago con aguas ricas en azufre. A pesar del contenido del agua hay aves acuáticas y muchos bichitos.Un paisaje curioso:

Empezamos a subir hasta llegar a la entrada del parque por Tioga Pass. Hay una pequeña cola de coches para pagar el pase. Compramos el anual, 80 dólares,ya que vamos a visitar varios parques nacionales y nos sale más económico. Empiezo a no creer lo que estoy viendo. Los paisajes de Yosemite son espectaculares, las distancias enormes,las piedras, los bloques de granitos inabarcables con la vista. Por mucho que lo imagines cuando lo ves no puedes dejar de sorprenderte. Mejor imágenes que palabras.




Paramos en las riberas del río Toulumme y a pesar del agua helada hay algún chapuzón. La primera parada larga es en Tenaya Lake para comer nuestro picnic.

Qué belleza,que playa.Marina engancha conversación con un grupo de chavales franceses y se va a jugar un partido de fútbol en la arena. Esta niña es la monda.

Yo mientras disfruto de unos momentos de relax para mi sentada entre los árboles.






El siguiente punto el Oldmest Point.Un mirador con unas vistas impresionantes del Half Dome.

Tioga  Road finalmente te conduce hasta el desvío de Yosemite Valley.En la zona hay varias tiendas,el camping Curry Village y al Awaneeh hotel,el primer hotel construido dentro del parque.Es un edificio de piedra y madera en el valle,con enormes chimeneas y con un ambiente bastante “chic”.Por la parte de atrás tiene mesas y sillas que dan directamente al bosque.Es como entrar en un hotel de otra época.Me gustó muchísimo.


Son ya las seis de la tarde y nos quedan dos horas hasta Oakhurst donde tenemos nuestro hotel. Los límites de velocidad en la carretera son entre 25 y 35 millas por hora con lo que se tarda bastante en recorrer las distancias. Además la carretera a Fish Camp está en obras y casi no hay asfalto.Pasamos los desvíos a las cataratas upper y lower, Bridalveil fall, Glacier Point y Mariposa Grove y llegamos a Oakhurst sobre las ocho. Es un pueblo pequeño que vive básicamente de los visitantes de parque.Nuestro hotel es el Oakhurst Lodge .No es gran cosa y además es más caro que os demás que hemos tenido hasta ahora,144 $ la noche ,pero los precios de la zona son altos.

Recogemos la llave y nos informan de que los Arrieta también acaban de llegar. Me voy corriendo a su habitación y allí por fin puedo darle un abrazo a Rosa y a su familia. Además coincidimos con tres amigas de Rosa que también vendrán mañana con el grupo. Quedamos en darnos una ducha e irnos a cenar. Justo pegado al hotel está el restaurante Crabs and Cakes. Entro a reservar mesa y me dicen que lo más tarde que nos dan reserva es a las 20.45. Vuelta a la habitación de Rosa para que se den prisa . A la hora estamos todos sentados charlando como si nos conociéramos de toda la vida. Paxi y Javier tienen muchas cosas en común y los niños hacen migas desde el minuto uno. Son una familia maravillosa. Rosa y yo nos sentamos juntas y nos hartamos de hablar. La cena muy rica. Nos vamos a la cama esperando todo lo que compartiremos al día siguiente. Los niños se quedan hasta tarde de charla.

Hemos quedado para salir a las 8.30. El desayuno del hotel no es gran cosa pero al menos llevamos algo en el estómago. Los tres coches,Arrietas,sus amigas y nosotros iniciamos la subida hasta Yosemite Viillage. A la salida de los túneles hacemos la primera parada para admirar la pared del Capitán.

De ahí continuamos hasta la Bridalveil Fall. Hacemos el pequeño paseo a la base de la catarata. El sitio es precioso.Inmediatamente a los chicos los posee el espíritu de una cabra montés y se dedican a trepar por las rocas para acercarse más a la caída del agua. Pasamos un rato estupendo , los pequeños en el agua y los grandes refrescándonos los pies en el agua del Río Merced.

Seguimos hasta el Village,aparcamos los coches y compramos almuerzo en el supermercado. Hasta pollo asado calentito y envasado nos llevamos. Damos una vuelta por la tienda y volvemos a los coches. Próxima parada :las Upper y Lower Falls. También hay que hacer una pequeñita caminata. Rosa y yo aprovechamos para seguir hablando de todo,especialmente de los amigos del foro. Pili,cuánto nos hemos acordado de ti , de Jordi, de Estrella y de Juan Carlos.

Estas cataratas son también muy bonitas y están al lado del Capitán.Más fotos .Continuamos hasta sentinel Beach .caminamos unos cientos de metros hasta encontrar un sitio muy agradable en el que desplegamos toda la artillería de bocatas,pollo,patatas,fruta etc.. que llevamos encima.Los niños ya van a su bola,se sientan juntos .Se ve que están agusto unos con otros.Qué delicia de lugar.Arena blanca,el agua cristalina y la mole de granito sobre nuestras cabezas.Fantástico.


Llenos hasta arriba nos vamos en busca de Glacier Point. Antes de llegar paramos al inicio de la ruta de Taft Point. Pili nos la había recomendado en su relato. La caminata es a través de un bosque precioso que baja suavemente hasta una zona de suelo pedregoso y un mirador espectacular del valle.



Me sale la vena gritona. Veo a los niños acercarse a los bordes de las piedras. Dios,que mal rato. Preciosísimo y peligrosísimo.A Rosa y a mi nos va a dar un jamacuco del miedo de verlos tan cerca del precipicio. Yo parezco una majareta gritando. Una alemana de troncha de risa de verme tan sofocá. Señora,¿A qué usted no tiene hijos?... la madre que la parió. Las imágenes hablan.






De vuelta al desvío de la ruta y seguimos a Glacier Point


Las vistas desde ese punto son también increíbles



Qué sucios llevamos los pinreles

Volvemos al hotel.Marina y Miguel se van en el super coche de los Arrietas. En dos horas intentan aprender euskera…jejeje.
Decidimos ir al super a por cervezas y a un burger cercano a por hamburgesas y patatas para todos. Nos las tomamos en la terraza donde se sirve el deayuno del hotel. Nos quedamos charlando hasta tarde. Mañana nos despediremos y queremos alargar el tiempo. Los niños lo alargan más, Marina se acuesta a las cuatro de la madrugada. Mamá,qué bien me caen Aitor,Iñigo e Itziar…

Ultimo dia en Yosemite
Hemos quedado a las 8.30 para desayunar con Rosa y familia, últimos besos,abrazos y promesas de volver a vernos muy pronto. Y por mi parte no son solo palabras, es una intención muy real. Ellos se marchan hacia San Francisco, nosotros a Mammoth Lakes.
Tenemos que cruzar el parque hasta Tioga Pass otra vez. Los niños se quedan dormidos nada más arrancar, no han dormido nada esta noche,y tiramos hasta Toulumme Grove. Un ranger nos ha recomendado hacer la ruta que llega a un bosquecillos de secuoyas.


Vemos un oso,varios ciervos y cientos de ardillas.La ruta es bastante dura.La vuelta son unos 3 kms competamente cuesta arriba pero merece la pena.



Segumos adelante y paramos en Toloumme Meadows. Las praderas que rodean se extiende muchos kilómetros salpicadas de bloques de granito dónde se inician los escaladores más novatos. Paseamos viendo grupos de gente a caballo y muchos senderistas. Nos llama la atención unas figurillas que al principio creemos que son ardillas y que cruzan las praderas desapareciendo cada pocos metros. Son perritos de las praderas, epecie en peligro de extinción que habitan en Yosemite. Tienen el suelo lleno de madrigueras y se van refugiando de una a otra. Muy graciosos. Caen los restos del picnic de estos días.






Con mucha pena dejamos Yosemite.Enorme la cola que vemos para entrar.
Llegamos a Mammoth en una hora y media más o menos.Es un estación de esquí muy elegante que en invierno se llena de aficionados a la bici de montaña que usan los remontes para subir a las cimas y lanzarse con las bicicletas.Qué valor.Está llenos de hotelitos precisosos.Nosotros hemos reservado el Cinnamon Bear Inn que nos recomendó Xuanxu.La recepcionista nos dice que la habitación estará lista en una hora más o menos.


Nos vamos a comer.En Main street localizamos un New York Deli Gourmet. No buscamos más.Dos rollitos de pollo enormes, una ensalada china, unas porciones de Pizza y las bebidas 35$.
La recepcionista del hotel nos ha dicho que en cinco kms de carretera tienen 5 lagos. Subimos y vamos viendo la zona. Es un privilegio poder tener una casa en cualquiera de estos lagos. Los vecinos pescan,hacen barbacoas,tienen sus barquitas de recreo. Un ambiente muy familiar.





Preguntamos dónde alquilar una barquita y nos mandan a la marina o pequeño puerto deportivo. Allí nos atiende un uruguayo que tras hablar un poquito de fútbol nos alquila una barca por 10 $ la hora.   Allá que vamos. Miguel pronto se hace con el timón y se lo pasa en grande haciendo giros bruscos y poniendo el motor a todo lo que da. Qué relax,que rato más bueno.




De regreso al hotel nos dan la habitación número once. Es la que se ve justo encima de la puerta de recepción.La de la buhardilla.












Al entrar vemos que la habitación tiene un salón, una cama doble y dos individuales y una puerta que comunica con otra habitación con cama doble y sofá cama y otro baño. Marina baja a recepción porque creemos que nos han dado dos habitaciones. Así es pero como hemos usado los dos baños nos las dejan sin pagar nada más.Estupendo.



A las seis de la tarde el hotel ofrece vino con queso y galletitas saladas. Hay unos cuantos clientes sentados delante de la chimenea charlando. Nos unimos a ellos. El ambiente es muy agradable.


Los niños están muy cansados así que deciden quedarse en el jacuzzi . Javier y yo nos vamos a dar un paseo a una zona de tiendas. La ropa de montaña es muy chula pero muy cara también. Compramos unas cocacolas y yo me quedo en una pizzería para encargar algo de cenar mientras Javier vuelve al hotel a dejar las bebidas. Al llegar hay un oso enorme en la puerta de recepción. No lleva la cámara pero se queda un rato observándolo. Si me pasa a mi me muero de miedo. Esa noche nos quedamos en la habitación viendo Univisión que tiene unos programas subrealistas, y con todas la puertas y las ventanas atrancadas. Mira que si al oso le gustan los restos de lasaña….

DEATH VALLEY :
El despertador suena a las 7.30. A esas horas el hotelito está muy animado. Hay un grupo de franceses en Harley Davidson que también se marchan . Nos llevamos un rato admirando las motos. Dejan a los niños que se suban. Javier y yo comentamos que cuanto los niños sean independientes volveremos a Usa con una moto.


El desayuno es casero e incluye cereales, zumos, café y variedad de pankekes caseros que cocina el dueño. Yo me los pido con dulce de leche. Qué ricos. Pagamos los 140 $ de factura del hotel y tras comprar agua y refrescos en el super ponemos rumbo al Valle de la Muerte. Al salir de Mammoth el termómetro marca 19 grados. A ver a dónde llegamos.
La carretera pasa por Bishop e Independence. A mi parecer son pueblos llenos de moteles y tiendas pero no muy atractivos en general. Vamos por la 395 que de momento es una enorme recta. El paisaje se va volviendo más árido y de pronto vemos el cartel de Death Valley National Park.Qué pronto hemos llegado.EL letrero está en medio de la nada.No vemos nadie que nos pida el pase ni ninguna maquina para comprarlos.Pues para dentro.


Los colores de las montañas que rodean la carretera son muy bonitos y de momento el calor es muy soportable.


A los pocos kilómetros llegamos a Panamint Springs.Es un área con un hotel,una gasolinera un par de tiendas,un pequeño restaurante y un Saloon que abre por las noches.Miramos los precios y una hamburguesa cuesta 15 $.Carito el sitio.Continuamos hasta Furnace Creek Ranch en medio del parque.La carretera baja continuamente y termómetro sub y sube sin parar.

En el rancho está el centro de visitantes, un par de hoteles y varios restaurantes,tiendas de recuerdos etc…El calor es ya bastante intenso. Nos metemos a comer en el buffet libre,15$ los adultos y 11 los niños. Tiene poca variedad pero al menos tiene fruta y vedura que mi cuerpo me pide a gritos. Damos una vuelta por el complejo e iniciamos la ruta. Al llegar al cruce del cual salen los dos brazos de la carretera panorámica un coche de policía nos informa que la que va a Zabriski point está cortada por un incendio. Primer pensamiento:¿qué puñetas se quema aquí si no hay ni un matojo?
Así que cogemos la carretera que va a la derecha hasta Bad Water Basin. La primera parada en Golden Canyon,un desfiladero entre rocas de un intenso tono amarillo.El calor es infernal . Estamos a 48 grados a la sombra. Caminamos unos diez minutos por el desfiladero y vuelta al coche para no palmarla de una insolación.


Siguiente punto Artist Palette.a la izquierda de carretera comienza una panorámica de unos 7 kms que conduce a una zona de montañas dónde los minerales depositados colorean en tonos pastel las rocas.El punto mas bonito es Artist Palette.Ves tonos azules,rosas,verdes,amarillo,grises,negros.Dicen que al atardecer los tonos son mucho más intensos.Ahora es medio día y ya son muy bonitos.

Continuamos hasta Devil Golf Course.Es una extensión en la que la vista se pierde con formaciones calcáreas y salinas que conforman un suelo abrupto que recibe el nombre de campo del golf del demonio.Debe ser la peor pesadilla de un hombre perdido en un desierto.Si estás en silencio oyes la sal crujir en el suelo.


Al final de la carretera llegas hasta Bad Water Basin , una pequeña laguna ahora bastante seca , con depósitos de sal que le dan un color blanco que se divisa desde kilómetros antes, y que es el punto más bajo de América, ochenta y tantos metros bajo el nivel del mar. Debemos tener más de 50 grados de calor seco. Es como meter la cabeza en un horno.

Me ha gustado mucho Death Valley. Tiene una belleza sobrecogedora y es algo muy diferente a cualquier cosa que visitemos en Estados Unidos. Merece la pena cruzarlo.
Volvemos a Furnace Creek para tomar la carretera que nos lleva a Beatty, Nevada,donde dormiremos esta noche.Aprovechamos unos ordenadores de la General Store del rancho para descargar las tarjetas de la cámara que ya van llenitas y seguimos camino.
Le pongo al gps la dirección del hotel y no lo encuentra. Me empiezan a entrar los nervios. ¿Y si me he equivocado de Beatty y hay otro en Illinois? Pero llegamos al pueblo y efectivamente ahí está nuestro motel. El pueblo es como diría mi madre “el culo del mundo”. No hay más que tres o cuatro moteles, 50 0 60 casas destartaladas, otras 50 casas-caravana y por supuesto…!Un casino! ¡Estamos en Nevada!.

La recepcionista nos da la llave. El motel es una construcción prefabricada con habitaciones que parecen los módulos que instalan en las obras para la oficina cuando venden una promoción de viviendas pero sorprendentemente la habitación es grande, tiene frigo y microondas y un baño nuevo y limpio. 48 $ la noche. Fenomenal.


Duchas y buscar para cenar. La chica de recepción nos recomienda el restaurante del casino. Se llama Rita’s Café y está a tope de gente. ¿De dónde sale tanta gente en ese pueblucho? Los misterios del oeste. El servicio es muy lento pero la comida buena. Paseamos un ratito por el casino y regreso a dormir que llevamos una buena paliza el el cuerpo. Mañana SIN CITY…

LAS VEGAS :
Dejamos Beatty a las 8.30 de la mañana. Paramos en un área de servicio en Amargossa Valley. Compramos bagels rellenos, chocolates calientes, cafés y zumos y nos calentamos todo allí mismo. Me gusta mucho ese detalle de las gasolineras americanas. Tienen de todo y su correspondiente sitio para calentar, tostar etc..muy cómodo.


A las diez y media estamos entrando en Las Vegas. Desde varios kms antes podemos ver las siluetas de la torre Stratosphere y de otros hoteles que nos son tan familiares. Es lo que tiene este viaje, lo hemos visto todo tantas veces por la tele..
Es muy temprano y pensamos que la habitación no estará lista y nos decidimos por ir a los premiun outlets. S nos va toda la mañana comprando. Hay precios a los que no te puedes resistir. Comemos allí y para el hotel París.
Las compras:


Entramos por una autopista paralela al strip y vamos viendo las partes traseras de los hoteles. A la altura del Bellagio giramos y cruzando el strip está nuestro hotel. Alucinamos. Qué bonito, que grande, que colorido,que espectacular…se nos quedan cortos los calificativos… Es como un decorado del cine. Dos amables empleados nos cogen las llaves del coche, nos bajan todo el equipaje y nos dicen que el coche ya lo aparacan ellos y también nos subirán las maletas a la habitación. Niña,ni que fueramos ricos…


Entramos y la planta baja del hotel es como cinco veces cualquier bajo de un hote grande de España.Es una mini ciudad con tiendas,restaurantes,spa,y por supuesto el casino.Simula ser el barrio de Montmatre en París.


Hacemos el checkin y nos ofrecen por 50$ más al día habitación con vistas a las fuentes del Bellagio, desayuno para los 4, aperitivos de 5 a 8 de la tarde , dos entradas al Spa y dos bebidas alcohólicas por día. Aceptamos,un día es un día.Total,el hotel nos costaba 60 dólares por noche,baratito.
La recepción:


La habitación está en la planta 22,es muy bonita y esto es lo que se ve desde la ventana:


os cambiamos y salimos a explorar la ciudad.Nuestro hotel:

A las seis subimos a la planta 31 dónde sirven esos aperitivos por los que hemos pagado. No nos lo podemos creer. Es un buffet con sándwiches variados, langostinos, pasta, quesos, fiambres, pastelería variada, fruta y bebidas. Una cena en toda regla. Nos ponemos ciegos. Hoy nos ahorramos la cena.
Paseamos el boulevard hacia el Ny Ny hotel, entramos a la tienda m&ms como la de Times Square, el Hard Rock Café, el MGM hotel dónde los leones ya se han ido a dormir, el Ny en el que probamos la montaña rusa, nos hacemos fotos con los personajes disfrazados de todo lo imaginable. El ambiente de las Vegas de noche es indescriptible. Hay miles de personas caminando por la calle,las luces lo llenan todo, te van dando fotos de chicas de moral distraída a cada paso prometiendo que en 20 minutos están en tu habitación, hay pandillas de chavales que han cumplido los 21 y van a coger la primera cogorza legal de sus vidas, parejas de novios horteras celebrando su boda…Miguel flipado,Marina encantada de tanta tienda y Javier y yo con los ojos como platos..Viva Las Vegas….Mañana más..








Desayunamos y nos marchamos a ver si encontramos entradas para los espectáculos del Circo del Sol.Para el único que nos ofrecen asientos es para un homenaje a Elvis pero siendo caro como es, no creemos que a Miguel le entusiasme.Los demás están llenos.Ya tenemos excusa para volver a las Vegas.Nos vamos hacia el MGM para ver los leones.Hay dos ejemplares jóvenes y dos entrenadores jugando con ellos dentro de la jaula acristalada.Qué miedito.La estatua del león de fuera es bastante impresionante y aunque puedas pensar que es de atrezzo es de bronce.


De ahí cruzamos al Excalibur .Por fuera es un hotel muy llamativo,de hecho a Miguel es el que más le gusta.Parece un Exin Castillos de los de mi infancia.Por dentro está ambientado como un castillo del Medievo.Hay un juego de relidad virtual y los niños lo prueban.

Seguimos hasta el Luxor, muy bonito ,con un gran obelisco dentro y buenas tiendas ,y después al Mandalay Bay con una zona de tiendas enorme y su acuario con tiburones.


Aunque no lo parezca se anda muchísimo en Las Vegas. Decidimos volver al Excalibur y probar el buffet del que llevamos buenas referencias. Nos cobran 55 $ por los cuatro y nos parece baratísimo para todo lo que hay dentro. Hay comida americana, china, japonesa, italiana, mediterránea, verdura de todo tipo, carnes, ensaladas y una zona de postres con más de 20 postres diferentes. La bebida no alcohólica toda la que quieras y las veces que quieras. Aunque intentes cuidar la dieta en esta ciudad es casi imposible.



Cogemos un taxi para volver al París porque la distancia parece corta pero no lo es. Los niños se quedan en la psicina y Javier y yo nos vamos a visitar el Bellagio y el Caesar Palace que los tenemos enfrente. El Bellagio es muy elegante y si cabe” minimalista “ comparado con otros hoteles de la ciudad. Está decorado con cristales de murano de colores y tiene un jardín que mezcla flores de cristal gigantes, mariposas etc..y flores naturales.Cuidadísimo.

El techo del Bellagio, con cristal de murano.

Hormigas de jardin del Bellagio




El Ceasar Palace es muy espectacular. Ambientado en la Roma antigua, lujoso y ostentoso a la vez. Tiene una zona de tiendas de alto standing.


Sala de juego VIP del Caesar.


Nos volvemos a nuestro hotel,descansamos un rato y subimos a dar cuenta de los “aperitivos”. Sobre las ocho nos vamos a ver el Treasure Island y su espectáculo de sirenas y piratas. Está entretenido . Cruzamos de acera hasta el Venetian. Una maravilla de hotel. La ambientación es espectacular.

Hay una plaza de San Marcos,un puente de Rialto, el Palacio Ducal, los canales, góndolas…. Impresionante.


No puedo calcular cuanto costará hacer hoteles como estos.


Puente Rialto



Después de pasear un buen rato picamos algo allí mismo y nos subimos al puente de Rialto para ver la erupción del volcán del Mirage.Aquí el que alucina es Miguel. Cuanto fuego, cuanta explosión. Regresamos a nuestro hotel con los piés destrozados.

Hoy es nuestro último día en Las Vegas. Marina quiere ir a un Mall o centro comercial al sur de la ciudad junto al aeropuerto. Ha visto que allí tienen sus marcas favoritas. Es bastante grande y muy elegante.

Nos pasamos un buen rato entre Abercormbie, Hollister, Aeropostale y American Eagle Outfitters. Las rebajas merecen la pena. De vuelta a la ciudad paramos en el famoso cartel que da la bienvenida a Las Vegas desde el sur. Está muy bien preparado el lugar para que puedas aparcar el coche y hacer las fotos sin problemas. Vemos algo que hemos visto en algún otro sitio de estados Unidos. Hay una chica jovencita deambulando por la zona que cuando ve a una familia se ofrece para hacer ella la foto y que salgan todos. Obviamente espera la propina. No se cuantos dólares se sacará al día pero con la cantidad de gente que para allí puede ser un dinerito.



Queremos ir a comer al Circus Circus que pensamos puede gustarle al peque. El ambiente es bastante más cutre que en el resto de los hoteles. Tiene una zona tipo parque de atracciones antiguo y a las 2 de la tarde han cerrado el buffet.

No tiene comparación con otros hoteles más céntricos. Cogemos de nuevo el coche para ir al Luxor y comer allí. Aunque el tráfico en el strip es intensísimo, si vas por las avenidas paralelas tardas 10 minutos de punta a punta.

El buffet del Luxor es espléndido también. Que lote de comer llevamos Dios mío.
Después de comer entramos al New York New York, está fenomenalmente bien ambientado y los niños repiten montaña la montaña rusa. Estando en la cola un señor americano nos da una entrada que el no va a usar. Catorce dólares que nos ahorramos.

El NY con su montaña rusa.


Volvemos al París y mientras los niños vuelven a la piscina Javier y yo aprovechamos para hacer las maletas. 
Hay que abrir una de las que iban plegadas dentro de las otras. Las compras ya no caben .
Cuando los niños suben nos marchamos a Freemont St.Aparcamos sin problemas. Después de las seis no se paga en los parquímetros. La zona se ve más vieja que el strip pero tiene su encanto. La fauna y flora de las calles es para hacer un programa del National Geographic. Hay conejitas del play boy entradas en Kilos, Elvis con tripitas más que cerveceras,”chicas” maduritas paseando sus curvas…la repera.






A las ocho empieza la Freemont experience,el famoso espectáculo de luces y sonido proyectado en la pantalla que cubre toda la calle. Está dedicado a los años 60 y la música es American Pie. Me encantó. No esperaba que fuera tan bonito.


Compramos unos recuerdos de la ciudad. Aconsejo comprar en Freemont porque es mucho más barato que las tiendas del Strip. Un tazón de esos de desayuno en el strip de 7 a 8 $,en Freemont 0,99 $.
Nos vamos al Stratosphere,subimos a la torre a ver las Vegas iluminado y cenamos en el Roxy’s,un restaurante americano en el que los camareros cantan.Me recordó al Ellen Stardust de Times Square.Pagamos 39$ por un sándwich de roastbeef enorme que compartimos Marina y yo,una ensalada Cesar para Javier y una hamburguesa completa para Miguel y las correspondientes bebidas rellenables.Todos los precios que doy incluyen una propina media del 15%.
 
Se acabó la aventura en Las Vegas.Volveremos dentro de una semana camino a Los Angeles.Mañana regresamos a la salvaje naturaleza del Oeste.Es lo que más me gusta a mi…


UTAH
Son las nueve de la mañana cuando salimos de Las Vegas.Nuestro destino es Zion National Park en el estado de Utah. El paisaje se va volviendo más verde y a las doce estamos en Springdale a las puertas del parque. El pueblo es precioso, lleno de coquetos Beds and Breakfast y de restaurantes con fachadas que parecen sacadas de Disney.


Vemos un cartel que indica que el parking que está dentro del parque está lleno así que aparcamos en el que está justo a la entrada,10 $ todo el día. Llenamos las botellas de agua fresca, cruzamos un puentecito de madera e inmediatamente está la caseta de los rangers dónde hay que presentar el pase. Este es el único parque de los que vamos a ver que no admite coches particulares.

Las visitas se realizan en los Shuttles del servicio nacional. En el Visitor Center está la parada. Nos subimos y decidimos bajarnos en Zion Village porque es el único sitio del parque donde hay zona de restauración. El Village es uno de los primeros hoteles construidos en los parques nacionales de Usa. Está en una zona de praderas muy agradable. Imagino la tranquilidad de los huéspedes cuando llegue la noche y los visitantes vuelvan al parking y se marchen en sus coches. Pedimos nuestra comida en el autoservicio y nos la llevamos en bandejas hasta la pradera delante del hotel. La brisa mantiene una temperatura perfecta. Una familia de japoneses duerme la siesta en el césped, una ranger da charlas sobre la geología y fauna y flora del parque. Dan ganas de quedarse allí más horas.




Volvemos al autobús y nos bajamos en la última parada donde arranca el sendero de Riversidewalk, un camino de una media hora paralelo al Virgin River que conduce al inicio de los Narrows, una ruta que recorre gran parte de Zion y que discurre por dentro del río durante bastantes kilómetros. El paseo es muy bonito, te rodean grandes murallas de piedra de un rojo intenso.Miguel se baña a las primeras de cambio. Hay cientos de ardillas y en los riscos se ven cabras de una especie que no he visto nunca.






Llegamos al final del sendero.Yo me espero con la cámara de video,mochilas etc y Javier y los niños se adentran en el río con la cámara de fotos. La ruta es muy complicada pero en el inicio es más asequible; tardan unos 45 minutos en volver.

Regresamos por el sendero del río a la parada del bus y nos apeamos en Big Bend. Un camino escarpado baja hasta el río. Yo aprovecho para descalzarme y refrescar los piés. De vuelta vemos un nido de tarántulas que abundan en el parque. Menos mal que no aparece el bichito. También un insecto volador como un abejorro pero que se posa en el suelo y anda como una cucaracha. Rarísimo y con pinta de picar.




 Volvemos al visitor center donde compramos unos recuerdos en la tienda.Tenemos hotel en Mount Carmel, a unos 25 kilómetros del parque.

La carretera es preciosa, el paisaje espectacular pero está en obras y tardamos una hora en llegar. El hotel es el Best Western Thunderbird lodge. Es un motel en un campo de golf.

Tiene restaurante, un supermercado muy completo, tienda de regalos, lavandería y psicina con jacuzzi. La habitación es muy amplia. Son las siete y media de la tarde, aún estamos a tiempo de disfrutar un rato de la psicina. Después sesión de lavadora y secadora, a 1,25 $ cada máquina con detergente incluído.

Casi más barato que en casa.



Cómo estamos cansados nos aprovisionamos en el super de la cena. Hay máquinas dónde compras los nachos y les pones la salsa calentita de un surtidor, máquinas con perritos calientes, ensaladas y frutas envasadas. Es muy posible que sea poco sano y tenga todo dos millones de calorías pero es práctico al máximo. Nos lo cenamos en el porchecito de la habitación en medio del cesped del campo del golf.son casi las doce de la noche. Mañana hay que madrugar para llegar a Bryce.


Porche trasero de las habitaciones, dan a un expléndido cesped anexo a un campo de golf.
Muy tempranito salimos por la 89 dirección a Bryce Canyon. Paramos en la típica gasolinera para el desayuno. Al lado han montado un farmer market, un mercado de granjeros. A las nueve de la mañana ya están vendiendo piernas de cochinillo y chuletas a la barbacoa. Compramos unos muffins de Zuccini, calabacín creemos que es, y unos donuts caseros. Exquisitos. La carretera dede Mount Carmel está catalogada como panorámica. Cambia de nuevo el paisaje y aparecen praderas verdes llenas de ganado, vacas, caballos y algunos ranchos con búfalos. A la derecha vemos un ranchito al borde de un riachuelo. No nos podemos resistir y entramos por el camino. Es un bed and breakfast precisoso, con cuadras, sillas de montar en el porche, un perro que no deja de mover la cola y dos gatos, uno de los cuales se nos coló en el coche y nos costó un rato que se bajara. Una familia mejicana para también buscando habitación pero están completos.
Después de unos 45 minutos vuelve a cambiar el paisaje. Aparecen las formaciones rocosas que tantas veces hemos visto en los westerns y en los dibujos del coyote y el correcaminos. Montañas inténsamente rojas entre pinos verdes. Es Red Canyon. No tiene la categoría de parque nacional pero si de parque estatal. Precioso.

Red Canyon

A los 10 minutos aparece la entrada principal de Bryce.

De nuevo nos entregan el periódico de la semana y para adentro.

Nada más comenzar a carretera vemos manadas de ciervos y perritos de las praderas.

Primera parada en Sunset Point. Me quedo sin palabras.Quizá es la sorpresa más grande de todo el viaje. Impresionante,brutal…

Es un enorme anfiteatro con formaciones en pináculo llamada Hoo Doos de un color naranja intenso. Dice Rosa que al amanecer parecen ascuas. No puedo dejar de contemplar semejante maravilla.


Hoo Doos

De sunset point parte la Navajo Loop Trail, un sendero cuesta debajo de 2,5 millas ida y vuelta que conduce al fondo del cañón. La ida es toda cuesta abajo pero la vuelta es durísima. Aún así nos lanzamos. Agotada después de hora y media de caminata regreso al coche. Extenuante pero preciosa.





Seguimos por Bryce Point y Paria Point.Más vistas que nos dejan sin aliento.Si vaís al oeste Bryce debe ser visita obligada.


Abandonamos el parque sobre las dos y tenemos que retroceder por la 89 de nuevo a Mt.Carmel para seguir hasta Page en Arizona,dónde hacemos noche.


Unos kilómetros después de la Junction o cruce de Mt.Carmel paramos a comer en un restaurante que anuncia comida mormona casera. Nos atiende una chica rubísima de ojos azul transparente que nos ofrece pasteles de carne caseros, solomillos a estilo mormón y dulces hechos en la casa. Damos buena cuenta de la comida que está estupenda. El pastel de queso con arándanos muy rico. 40 $.
Tras dos horas de carretera avsitamos el Lago Powell. Se formó tras la construcción de la presa Glen. Es una enorme extensión de agua azul intenso en medio de montañas rosáceas muy agrestes.
Lake Powell

Pasamos por la marina o puerto deportivo, y por la Lonestone beach, de arena blanca. En los kms . anteriores nos hemos cruzado con decenas de coches remolcando barcos. Es una de las zonas de vacaciones más populares de todo el oeste.
Unos 3 kilómetros antes de llegar a Page atraviesas la presa de Glenn Canyon. No es la más grande del país pero a mi me parece majestuosa. Está dedicada a la primera dama del presidente Johnson.


Torres de alta tensión a la salida de la Presa
Llegamos a nuestro hotel, el Days inn Lake Powell.Es muy moderno .La habitación perfecta. Mañana descubriremos que el desayuno es muy malo. Nos vamos un ratito a la piscina y después a dar una vuelta por el pueblo. Hay mucha población de indios Navajos que sin ánimo de ofender son bastante desagradables. Además me llama la atención que son muy gordos la mayoría. Según nos contaron después los “padres” americanos de Marina, tienen un índice de alcoholismo grande en sus comunidades y se han acostumbrado a vivir de las subvenciones…me suena el tema…
Algunas banderas alegóricas a la nación navaja

Page tiene muchas iglesias, unas al lado de las otras a lo largo de una avenida. Cada una es de una confensión diferente, Baptistas, Metodistas, Mormonas, Luteranas, Protestantes, Católicas…¿Habrá gente en el pueblo para llenar tanta parroquia?
El hambre aprieta y entramos en un Steak restaurant en los bajos del Best Western hotel. Tiene una terraza grande asomándose al río colorado. Está casi lleno pero conseguimos una mesa. Hay un grupo tocando Country en directo. Entre los tres componentes,una mujer y dos hombres, suman casi 300 años. Suenan regular pero estamos tan agustito como diría Ortega Cano que no nos importa.
Un cow boy hace la carne en la barbacoa. Probamos el NY Steak y las costillas de ternera. Te los sirven con patatas asadas o en puré y ensalada. Postres y bebidas, incluidas dos budweiser para papi , 98$.
Paseando regresamos al Days Inn. Mañana Antelope. El cielo lleno de estrellas. Parece que no nos lloverá.

ANTELOPE-GRAN CAÑON
A las 8.30 estamos bajando a desayunar. Descubrimos que solo hay dos o tres mesas y un montón de gente intentando sentarse. La comida se acaba a los segundos de haberla puesto en el mostrador. El espacio es insuficiente, la comida también. Es una pena que un buen hotel  tenga un desayuno tan desastroso.
A las 11.30 tenemos visita a Antelope Canyon, una grieta entre montañas calizas cuya visita gestionan los indios navajos. Antes vamos a visitar el Horseshoebend, un meandro del río Colorado que está a unas 5 millas de Page. 

En la carretera hay un cartel indicativo y un pequeño camino te conduce hasta una zona de aparcamiento. Desde allí hay un sendero de una milla y media hasta el mirador que se asoma al río. Hace un calor impresionante. El  suelo es arena y es duro de recorrer. 

 Al final de la ruta aparece un gran cortado y abajo una vista maravillosa de un río verde profundo que forma una curva caprichosa. Aunque mi miedo a las alturas me acompaña no puedo dejar de admirar la belleza del lugar.

Meandro en herradura del Colorado a la altura de Page
La vuelta es toda cuesta arriba. Llegamos a los coches extenuados. Recordad llevar siempre agua cuando hagais cualquier caminata.
Volvemos a Page y en un teléfono  público llamamos a los Schumann, la familia americana de mi hija, con la que hemos quedado en vernos en el Gran Cañón. Los recogeremos hoy a las seis de la tarde en su hotel de Tusayán.
A las once llegamos a la oficina de Antelope Tours dónde la empleada nos indica de forma bastante desagradable que hasta las 11.30 no sale la visita. Mientras,  curioseamos por la tienda de artesanía de la empresa. Hacen unas bonitas joyas en plata, turquesas y otras piedras de colores, en general bastante cara. Veo un collar por el que en Zion me pedían 150 $. Pregunto precio y me piden 25 $. Creo que se equivocaron pero hice un “ sacrificio “ y me lo compré.
A las 11.30 nos subimos a unas destartaladas camionetas y tras 25 minutos de saltos y brincos por pistas de arena llegamos a la entrada de la grieta.
 



Entramos en grupos con un guía que te va indicando dónde hacer las mejores fotos. El lugar es maravilloso pero está demasiado masificado, sobre todo entre las 11 y las 13 horas ,   momento en el que la luz entra en vertical desde arriba y el juego de sombras es precioso.


Estamos alrededor de una hora dentro y sobre la una y media,  cubiertos de polvo rojo.

Abertura en el cañón denominada "los ojos de la lechuza"

 Regresamos a la oficina de Page. Muy cerca hay un Wallmart, una cadena de supermercados enormes que tienen una zona estupenda de comidas preparadas. Nos llevamos unos tenders de pollo, alitas barbacoa y una especie de bolitas que ellos llaman chicken pop corn y que están buenísimas. Además bebidas y un bol grande de fruta variada cortada. La idea es comer de camino al Gran Cañón para llegar a tiempo a nuestra cita con los Schuman.
La carretera es la típica de los westerns, árida pero muy bella. En un rato llegamos al Little Colorado Gorge, un  mirador sobre el río que también gestionan los navajos. Cobran 2 $ por cada vehículo. En el mirador tienen instalado un mercadillo con artesanía, cerámica y recuerdos. Compramos unas flechas para el enano que está encantado.

Continuamos y sobre las 4 de la tarde llegamos a la entrada este del Parque Nacional del Gran Cañon. El paisaje es ahora mucho más verde, llenos de pinos y matorral. Huele a bosque.
La primera parada es Desert View. No puedo explicar bien la impresión de la primera vez que te asomas al Gran Cañón. Has visto muchas fotos, reportajes en la tele…Nada que ver. Es grandioso. El ojo humano es más sofisticado que cualquier objetivo y contemplar esa inmensidad es inexplicable. Como todos los que van os diré que las fotos no reflejan el espectáculo que ven tus ojos.


En Desert View hay una torre que fue la primera que se construyó en el parque.  Está decorada con pinturas de los indios y ofrece unas vistas estupendas. Continuamos ruta hasta salir por  Tusayán.  No paramos más porque llegamos tarde a nuestra cita.
En recepción nos esperan Eric, Yolanda y su hija Annabella. Ellos acaban de llegar también. Besos y abrazos  y toca decidir que hacemos. Eric nos habla del Imax en el que proyectan una película de National Geographic  sobre la historia del hombre y el cañón. Propuesta aceptada de inmediato. Antes nos vamos a una Pizzería y a por unos helados.

La película es buenísima y con cascos especiales se escucha en castellano. Muestra imágenes del fondo del cañón que poca gente puede ver en una pantalla gigantesca. Dura como una hora. La recomiendo a todo el mundo.
Son las nueve y media de la noche y nos queda una hora de carretera hasta Williams donde tenemos hotel. Tusayán es una localidad hecha para los turistas, llena de hoteles y tiendas. Williams es más auténtico pero si vais a estar más de un día en el parque os recomiendo Tusayán que está a cinco millas y no tenéis que estar en carretera. Además el helipuerto está allí mismo.
Cabañas individuales del hotel
Cuando llegamos a Williams la recepción del hotel está cerrada. Momentos de incertidumbre hasta que descubrimos una cajita pegada al muro exterior con un cartel de bienvenida con mi nombre y las llaves de la cabaña. Hay un plano de la propiedad y algunas instrucciones. Encontramos nuestra casita, una cabañita con paredes de piedra construidas en los años 40 cuando empezó el auge de la ruta 66. Muy acogedoras. Caemos destrozados en la cama. Los días  son muy intensos y el cuerpo va notando el cansancio.
Las 8.30 se ha convertido casi en la hora oficial de levantarnos en este viaje. A las 10.30 tenemos que recoger a nuestros amigos en su hotel. Llegamos con tiempo y paramos en el Tusayán  Café, en la travesía principal del pueblo. Desayunamos opíparamente a base de omelettes rellenas de todo lo imaginable. 37 $ los cuatro con zumos naturales incluidos.
Recogemos a Eric’s family  y los acompañamos hasta la garita de entrada al parque. Nosotros tenemos vuelo en helicóptero a las 12 y hay que estar en el terminal 45 minutos antes. Ellos lo tienen a la una y van a esperar viendo algún mirador.

Entrada al Grand National Park por Tusayan
Llegamos al aeropuerto y vemos el edificio de Papillon Tours con los que hemos contratado el vuelo. Nos indican que nuestro terminal es el siguiente, a un km en coche. Es porque hemos reservado los helicópteros más modernos, con ventanas panorámicas, y estos salen del segundo hangar. El cielo está cada vez más gris y se ven rayos a lo lejos.  Afortunadamente nuestro vuelo despega. 
 
 
Tenemos un piloto chica que se llama Marina como mi hija. Es un nombre poco común en Usa  y las dos se ríen de la coincidencia. Despegamos. Miguel está emocionado. Eso de ir en helicóptero es una pasada para sus diez años.  


 Sobrevolamos un bosque, vemos ciervos desde el aire, y de repente ahí está, la gran grieta a nuestros pies. Vuelvo a repetir que las imágenes no son fieles a lo que tú ves.   

Río Colorado desde el aire

 Emocionante, cualquier calificativo se queda corto. Aunque cuando vuelan sobre ti parece que van rapidísimo, montados en ellos la sensación es que el aparato va muy despacito. Llegamos hasta North Rhim, la orilla norte, y regresamos al aeropuerto. Alrededor de 40 minutos de vuelo.

 Cuando bajamos empieza a llover. Unas gotas gordas seguidas de truenos. Suspenden el vuelo de los Schuman y los citan a las tres de la tarde. Decepcionados y preocupados por si la tormenta continúa nos marchamos de nuevo al parque.
Ha dejado de llover y huele a tierra mojada. Me encanta ese olor.
Paramos en los miradores de Mather Point, Hopi Point y en el Village . La máquina de fotos no para de trabajar. Qué vistas. Comemos algo rápido en el Bright Angel Lodge y nos despedimos de la familia americana. Ellos van al helicóptero y luego a dormir a Las Vegas. Al día siguiente regresan a Pittsburgh. Estos americanos tienen poquísimas vacaciones.

Las ardillas están acostumbradas a la presencia humana
Nosotros seguimos recorriendo los miradores.  Al salir de uno de ellos nos confundimos de carretera y tiramos por una de servicio que da a la parte trasera del lodge.  Gracias al despiste nos encontramos con una mamá ciervo con dos crías gemelas que se dejan hacer  fotos y casi tocar. Preciosos.
Continuamos por Hermit Road parando en varios puntos panorámicos y definitivamente abandonamos el Gran Cañón sobre las cinco de la tarde. Algún día esperamos volver.
Llegamos a Williams, los chicos se dan un baño en la piscina cubierta del motel y tras las duchas nos vamos a dar un paseo por el pueblo. 
 
Williams es un típico pueblo de Arizona que vive del cañón y de los recuerdos de la ruta 66. Es bastante pintoresco. Cada día a las siete de la tarde hay un espectáculo en la Main Street de ladrones de bancos y sheriffs , tiros, carreras a caballo , etc. Entretenido para los turistas como nosotros. 


Después de dejarnos unos cuantos dólares en recuerdos  buscamos un restaurante del que hemos leído referencias en los foros. Se llama Wild West Junction y es un decorado estilo Port Aventura de un pueblo del  far west.  Tiene su cárcel, oficina del sheriff, el saloon, el banco…Muy para “forasteros”. No obstante pasamos un buen rato. Probamos las ribs barbecue y los sirloin sándwiches (bocatas de solomillo con cebolla dulce) .Todo rico. 60$.

Tiendas de sobreros y avíos vaqueros. Williams.
Volvemos al motel y después de un ratito en el ordenador de recepción y un rato de tele y lectura nos quedamos fritos como angelitos. Mañana regresamos a Sin City.
Los vagones son habitaciones familiares del Canyon Motel de Williams.

A las nueve estamos de nuevo “on the road”. Ponemos rumbo a la localidad de Seligman en la ruta 66. Hace un día soleado y caluroso. 

Seligman es un pequeño pueblo que vive básicamente de los recuerdos de la ruta 66. Tiendas y un par de moteles a los lados de la carretera. 
Hay réplicas de gasolineras antiguas, modelos de coches de los 50 aparcados en las puertas de las tiendas, camionetas antiguas, maniquíes de Elvis y Marilyn, .Entramos en varias de estas tiendas. Los mejores precios los encontramos  en The Seligman Coffee, un almacén grande muy bien ambientado dónde venden de todo lo imaginable sobre la mítica carretera y sirven café, refrescos y dulces. Compramos recuerdos y le preguntamos a la dueña, encantadora señora, si hay algún sitio para comprar unos bocadillos o algo salado. Su marido, Frank, nos acompaña al local de al lado, el Deli Food sales, un supermercado bastante desangelado pero que hace unos bocatas enormes por 2,99$. Compramos uno de pavo y otro de pastrami. Volvemos a la tienda de Frank y nos aprovisionamos de bebidas, un muffin grandísimo, como casi todo en Usa, y unos zumos. Frank y su mujer nos cuentan que en Enero y Febrero la ruta está casi vacía así que ellos cierran la tienda y se van de viaje. En 2011 quieren venir a España. Conocen ya nuestro país y son unos enamorados. Intercambiamos emails para ayudarlos en lo que podamos.


Nos zampamos el desayuno en las mesas que tienen en la puerta, entre recuerdos de otras épocas, y seguimos por la vieja 66 dirección  Kingman.  en el camino se pasa por un pueblito (cuatro casas) llamado Hackberry. Os recomendamos parar en su general store. Es una tienda de las que suena la campanita al abrir la puerta, llena de objetos curiosos, recuerdos , sombreros, etc .. Es muy curiosa. Está llena de moteros con sus harleys.
General Store. Ruta 66 cerca de Hackberry.
Dejamos la 66 y a unos 30 kms.  de la presa Hoover comienzan las obras en la carretera. No nos paramos en ningún momento pero vamos bastante despacio en algunos tramos. De pronto vemos un control policial. Bajamos la ventanilla, el policía se asoma y sin problemas nos hace una señal de que sigamos adelante. Al parecer la presa es objetivo de terroristas.
 
Para ver la presa te puedes parar en varios aparcamientos públicos. Hay un centro de visitantes con un  museo. La presa no es nada especial pero ha salido en muchas películas. Es más su leyenda que su espectacularidad. Justo encima de la presa está la frontera entre Arizona y Nevada, y nada más cruzarla los primeros casinos.
En poco rato llegamos a Las Vegas. Esta vez nuestro hotel está fuera del Strip. Se llama Orleans Casino Hotel y está ambientado en el barrio francés de New Orleans y en su carnaval, el Mardi Gras. Es bonito. Esta situado en Tropicana Av, a unos 5 minutos en coche del New York.  Dejamos el equipaje y nos bajamos al buffet. La idea es tener ese día de paréntesis para descansar antes de Los Ángeles. El buffet es un poco más barato que el de los hoteles del Strip  y es del mismo estilo. Cantidades ingentes de comida y vasos y vasos de refrescos.

El New York desde el Orleans Casino Hotel.
Al salir gastamos nuestro único dólar en una slot machine. Por supuesto lo perdimos. Que no se diga que no hemos apostado en Las Vegas.
Por primera vez en el viaje dormimos una maravillosa siesta de dos horas.  Habíamos pensado no salir pero quién se resiste a volver a la magia de los neones. Vuelta a la montaña rusa del Ny. Ahora se montan Javier y Miguel. Conducimos por el strip hasta el hotel Wynn. Está atascado pero nos da igual. Vamos disfrutando de nuestra última noche en esta ciudad del caos. Aparcamos en el valet parking y entramos a conocer el Wynn y el Encore, dos hoteles gemelos por fuera y aunque diferentes por dentro, ambos tienen una clase y un estilo superior a todos los demás de la ciudad. Se nota el nivel del público en el casino, los vestidos y joyas de las señoras, la gente tomando un cocktail en el bar del jardín. Y nosotros en chanclas y bermudas…Para mi gusto los dos hoteles  más lujosos y con más clase de Las Vegas.
 
Volvemos al hotel y cenamos en el Fridays con un cupón del 20% de descuento que nos dieron al llegar. Mañana llegaremos a Los Ángeles y empezará a acabarse nuestro viaje. Qué pronto pasa el tiempo.

LAS VEGAS-LOS ANGELES :

El desayuno lo hacemos en el buffet del Orleans. Vale 8 $ por persona y tiene tanta variedad como el almuerzo o la cena. Te preparan tortillas rellenas con ingredientes a elegir, dulces de todo tipo, hash Brown, alitas de pollo, hamburguesas, fruta … ¿Cómo se pueden desayunar alitas picantes? Pués allí se las zampan como si fueran Special K.
Nos traen el coche y arrancamos dirección Los Ángeles. Queremos parar en unos outlets que nos recomendaron Rosa y Paxti en la frontera de Nevada y Caifornia. El gps nos marca 48 kms. Se llaman fashion outlets . Están junto a una población que se llama Jane. Aquí encontramos más chollos aún que en Las Vegas. Con la excusa de que ya no vamos a encontrar esas ofertas nos vamos cargados de bolsas.
La carretera a Los Ángeles en una gran recta que atraviesa el desierto del Mojave. Vemos los árboles de Josué, o Josuah Trees, especie de cáctus que mide hasta cinco metros y que puede vivir más de mil años.
Unos kilómetros antes de llegar a Barstow te encuentras  un desvío a la derecha que indica Cálico Gosht  Town. A unas tres millas de la autopista está este pueblo fantasma que data de 1855.


Era un pueblo con una mina de plata que cuando dejó de ser rentable quedó abandonado. 



En Calico aún puede extraerse algunas muestras de mineral
Lo han mantenido tal como lo dejaron arreglando algunas casas y poniendo tiendecitas dentro de otras. La entrada vale 6 $ los adultos y 3 los niños pero los rangers nos indican que hoy es gratis, no sabemos la razón.  



 Hace muchísimo calor. Pasamos alrededor de una hora visitando el pueblo que es bastante curioso y volvemos al coche. 


Las casas de Calico transformadas en tiendas de recuerdo
Propongo comer en el Peggy Sue, un restaurante de carretera ambientado en los 50 unos kms más adelante pero tenemos el desayuno aún en el estómago así que seguimos hasta Los Ángeles.
Desde bastantes kms antes de llegar la autopista empieza a aumentar de número de carriles y a llenarse de miles de coches. No he visto más tráfico en mi vida. No hay un hueco entre coche y coche y todo el mundo conduce rapidísimo. Llega a ser muy estresante. El gps te va indicando las salidas pero hay que andarse espabilado y cambiarte de carril en plan kamikaze. Llegamos a nuestro hotel en la zona de Burbank con el corazón a mil por hora. Madre mía, esto es un gran premio de formula uno.
El hotel es el Ramada y no es gran cosa. La habitación no está mal de tamaño y el baño es grande también aunque la decoración es un poquitín antigua. Está muy bien de precio, 62 $ la noche, y aunque hemos tenido otros mejores es suficiente.
Son ya las ocho  y media de la tarde y teníamos planeado ir a cenar a Santa Mónica. Ponemos la dirección en el tom tom y estamos a ¡49 kms!. Las distancias en esta ciudad son enormes. A pesar de que nuestro hotel está a 10 minutos de Hollywood todo está muy lejos. De nuevo al estrés del coche y ahora de noche. No se cómo lo conseguimos pero llegamos sanos y salvos al aparcamiento del muelle sobre las 9 y media. Qué ilusión nos hace estar allí. Los niños han visto cientos de veces el lugar en Disney Channel. La noria, la montaña rusa, el mar rompiendo en los troncos del muelle. La zona está muy animada, cantantes, malabaristas, un poco de todo. 

Entramos a cenar en el Bubba Gump. Nos dan una mesa mirando al océano. Como no hemos almorzado las gambas nos saben a gloria. De regreso el tráfico es un poco más llevadero y conseguimos meternos en la cama a las doce de la noche. Día intenso otra vez.


Playa de Santa Mónica.


DIA 2 LOS ANGELES:
Los niños no pueden esperar para conocer Hollywood. Ponemos en el gps la dirección que nos daba María en su relato y salimos del hotel. El tráfico si no vas por las autopistas es más relajado. Pasamos por varios estudios de cine, la Warner, Disney... llenos de fotos de estrellas de cada compañía. Comenzamos a subir una colina llena de casas a izquierda y derecha. Las calles van siendo cada vez más empinadas.  Las construcciones son bonitas pero la mayoría de ellas se ve que tienen ya bastantes años. Durante un buen rato sigues subiendo hasta que de repente ahí está el famoso letrero HOLLYWOOD. Nos paramos bastante cerca delante de un chalet. No hay nadie en la calle. Todo muy tranquilo, ni un turista. Hacemos muchas fotos, los niños en pareja, solos, los papis. Nos sorprende lo fácil que es. Pensábamos que habría  cientos de turistas peleando por la mejor vista.

Colina de Hollywood desde canyon Land

Bajamos todo lo subido anteriormente y ponemos rumbo a downtown para visitar la catedral y el pueblo de Los Ángeles, donde se fundó la ciudad.  Aparcar en la calle es casi imposible así que localizamos un aparcamiento público al lado de la Catedral, 18 $ a partir de 2 horas, menos tiempo 4 $ cada 15 minutos. Luego vimos que justo al lado de Olvera St. hay otro que cuesta 5 $ todo el día. La dirección exacta es el cruce de Main st. con César Chávez st.
La Catredral de Ntra. Sra. de los Ángeles es una obra moderna de Rafael Moneo. Nos gustó bastante dentro del estilo minimalista que exhibe. Comentamos que consigue un ambiente de recogimiento a pesar de sus dimensiones.  Hay misa y nos quedamos unos minutos dentro. Continuamos el recorrido por la zona de rascacielos viendo el edificio que en la peli superman era la sede del periódico de Clark Kent  la corte suprema de justicia y otros rascacielos. No tiene la vida de Union Square en Manhattan pero es agradable. 


Llegamos a Olvera St. Allí se fundó la ciudad y parece que te trasladas a Méjico. Callecitas llenas de puestos de artesanía mejicana, restaurantes, taquerías, todo llenísimo de gente. Entramos en la Avila Adobe, la casa más antigua de la ciudad. El propietario era  Francisco Ávila, un rico comerciante y ranchero que la construyó alrededor de 1818. La casa está muy bien conservada y parece un guiño al pasado en medio de la modernidad de Los Ángeles.



 
Picamos algo por la zona y seguimos hasta  Union Station, la estación de ferrocarril construida en 1939 y que se conserva tal cual. Es muy bonita. Funciona a la vez como estación de tren y de metro. Sacamos los billetes en las máquinas expendedoras que tienen las instrucciones en español y tomamos el metro hasta Hollywood  Vine. En esa parada arranca el paseo de la fama y sus estrellas. Esta parte es la más decadente de la zona.





Estación de metro de Hollywood Vine (el techo decorado con rollos de película)

Está llena de tiendas de dudoso gusto, otras de material de caracterización de cine, pelucas, trajes de lentejuelas y zapatos para vedettes de cabaret, curioso.  Hay también mucho individuo al que le falta más de un tornillo dando vueltas por las aceras. Aunque no es una zona lujosa , ni siquiera bonita, me emociona ver las estrellas con nombres legendarios como el de Katherine Hepburn o Frank Sinatra. 

Tras un largo paseo llegas a la zona de los teatros míticos de Hollywood, El Capitán, El Kodak Theatre,  sede actual de los Oscars y el teatro Chino. 

El centro comercial que acoge el Kodak es muy bonito y está lleno de tiendas de lujo. En la puerta están las estrellas de Antonio Banderas, Olivia Newton John y Charlize Teron y otros muy famosos. 

En el centro comercial compramos unas gorras y algunos recuerdos. Marina compra camisetas de I love LA  para todos sus amigos a 2 $. No sé donde las vamos a meter.


Interior del teatro Kodak


Más fotos delante del teatro Chino y sus huellas de manos y vuelta al metro para recoger el coche en downtown.  La idea es llegar a Venice beach y cenar por la zona. 

En el gps ponemos Venice Blv. Cuando supuestamente hemos llegado a nuestro destino ni de la playa. Preguntamos y el paseo marítimo está como a 15 km bajando todo el Boulevard. 

Las distancias de Los Ángeles nos siguen sorprendiendo.  El el paseo marítimo hay un aparcamiento a 5 $ sin límite de horas. Dejamos el coche y cogemos las chaquetas. Cerca del mar hace más freco. La playa de Venice es tan bonita como la de Santa Mónica pero con un ambiente radicalmente diferente. Marina quiere hacerse fotos en la zona de los surfistas. 


 

Yo me siento en la arena a observar a los vigilantes en sus casetas. No aparece Mitch Bucanan. 



El paseo está lleno de puestos de gente de aspecto hippie, cantantes de reggae, locos cada uno siguiendo su ritual… Un zoológico de personajes curiosos. También las típicas patinadoras de las series de televisión, algunas de buen ver, otras no tanto.
  
Pasamos por delante de Muscle Beach, una zona de gimnasio en medio de la arena donde entrenaba Mr. Governator en sus años mozos. Hay muchas fotos suyas.  


La playa es preciosa, de arena dorada y palmeras esbeltas.
 Recorremos un buen tramo del paseo que es larguísimo y regresamos en dirección contraria hasta el Ocean Side caffe, un restaurante a pié de playa donde cenamos acompañados por el sonido de un pianista en frente nuestra.  

De regreso al coche probamos los churros que venden en cada puesto. 

Son enormes, con sabor a canela y espolvoreados de azúcar. Exquisitos. Ay Dios mío, voy a llegar a España rodando. 

A dormir!!
 DIA 3 LOS ÁNGELES
Este día lo tenemos reservado para ir a Universal Studios. No tenemos fotos porque Javier ya está un poco cansado de cargar la bolsa de la cámara y decidimos ir más relajados y pasar de fotos. Llegamos al parque a las 8.30. Aún no han abierto. Desayunamos en el Starbucks del City Walk, la zona de diversión a la entrada .  Hace un día estupendo de temperatura para visitar un parque temático. Lo pasamos muy bien  pero debo decir que me gustaron mucho más los Universal de Orlando.  Aquí hay pocas atracciones y el nivel de las de Florida es mucho más espectacular pero los de California tienen los estudios de cine que merecen mucho la pena. El Studio Tour está muy bien, en español y el 4D de King Kong buenísimo.
Sobre las seis de la tarde dejamos Universal City y nos fuimos al Obesrvatorio Griffith a ver el atardecer sobre Los Ángeles.Volmimos al hotel y nos pedimos pizzas en la habitación. Estamos destrozados. Mañana más.
DIA 4 LOS ANGELES

Nuestro viaje se acaba y el último día lo vamos a dedicar a la playa. Marina quiere dar una clase de surf. Lo de surfear en las playas de California es algo que sueña desde que llegamos. Aparcamos en el parking del muelle. Qué animado está todo desde por la mañana. El parque de atracciones rebosa animación.
Bajamos las escaleras y buscamos un sitio sobre a arena.  Las playas están mucho menos llenas que las nuestras  así que extendemos nuestras toallas. Compramos una sombrilla por 10 $ a un vendedor por la playa y nos damos un baño. 


El agua está fría pero sin exagerar. Javier y la niña se van a buscar un profe de surf por la playa y regresan a los 20 minutos. 


Han reservado hora a las cuatro de la tarde. 120 dólares  por una hora y 45 minutos de clase. Pasamos el resto de la mañana disfrutando del mar Las olas en este océano son altas pero sobre todo tiran muy fuerte hacia dentro. 

Los vigilantes están todo el tiempo con el silbato advirtiendo a los bañistas de que tengan cuidado. Sobre la una recogemos las cosas, las dejamos en el maletero y nos dirigimos a Third Street Promenade,  la zona de tiendas y restaurantes de Santa Mónica. Hay un ambientazo, toda la calle llena de músicos, cientos de personas paseando y un rodaje en el que no reconocemos a ningún actor conocido. Comemos en un restaurante en la calle junto a la tienda de Abercrombie  que tiene decenas de televisores con todo tipo de deportes, fútbol americano, Beisbol, hípica, hockey, golf. A nuestro lado un grupo de chavales todos vestidos con bombachos, polos de rombos, gorras de paño y calcetines altos.  Son golfistas de algún campo de golf cercano.
De vuelta a la playa nos encontramos con el actor Ray Liotta paseando tranquilamente con una niña de la mano, suponemos que su hija. Qué bien, no es Leo di Caprio  pero hemos visto un actor conocido. Por si nos os suena el nombre os pongo foto. Protagonizó Hannibal, Algo Salvaje o Crossing  Over.
A las cuatro Marina da su clase de surf. Yo esperaba un profesor rubio, joven y musculoso pero me encontré con este señor. 

Habrá que conformarse.


Sobre las seis volvemos al coche y ponemos rumbo  a Rodeo Drive. 
 La zona es muy bonita, pasamos por el Hotel Beverly Hills y su recordada Pretty Woman, recorremos las aceras en las que Julia Roberts caminaba con su mini y sus botas altas. De ahí a Rodeo Drive Boulevard. 

Está prohibido bajarse y hacer fotos a las casas. Son espectaculares, inmensas, con unos jardines muy cuidados, con cochazos en las puertas. Ese es mi sitio, ahí si me iba yo a vivir…. Despertamos del sueño y nos dirigimos a Mulholland Drive, la mítica carretera que aparece en todas las películas ambientada en la ciudad. 

La carretera baja entre urbanizaciones de casas no tan lujosas pero muy bonitas. Desembocamos en una zona comercial y nos decidimos por cenar en un italiano muy agradable y muy chic donde nos pegamos un pequeño homenaje. Nuestra aventura toca a su fín y tristes regresamos al hotel.

Al día siguiente llenos de maletas, recuerdos y nostalgia conducimos hasta Lax International Airport dónde devolvemos nuestro coche que marca 3200 millas recorridas. El vuelo a Toronto sale puntual igual que el de Madrid. A las 11 de la mañana aterrizamos en Barajas. Un solo pensamiento en la cabeza:

TENEMOS QUE VOLVER


3 comentarios:

  1. Increible diario de viaje, muy entretenido de leer, muy bien redactado y unas fotos espectaculares!!. Que viaje más bonito han hecho y qué familia más linda!!
    Me voy en unos días a San Francisco y voy a seguir muchos de tus consejos....
    Muchas Gracias!!!

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  2. Zorionak, Precioso tu relato.
    Observo que eres de los míos, amante de la fotografía.
    Saludos, Josu

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  3. Gracias por hacer este blog, ni novio y yo nos vamos el mes que viene a hacer más o menos la misma ruta y seguiremos muchas ideas. Me he emocionado con muchas cosas.

    ¡¡ Saludos desde Madrid!!

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